Esperar

Déjenlo abrir las puertas
ya que las voces de los céfiros
no le bastan para creer.

Y es que estaba escrito y preparado
no existe el azahar ni la suerte
era cuestión de tiempo para que se de.

Procede, saca la llave de tu bolsillo
debe estar enferma en tanto oxido
pero ten cuidado
pues la puerta no siempre es la misma
y si te equivocas solo podrás escuchar.

Y es que ni todos los sabios del planeta
lo hubieran intentado
detrás de la cerradura errada
se esconde la maldición de diez mil Pandoras.

Pero tu vivirás y permanecerás sempiterno
estaba dicho, así se daría
solo que todos le temen a sus sentidos
y a ti pequeño enfermo
solo te basto esperar.

Hoja vieja

Hoja vieja
no llores bajo tus hermanas
ellas también se secaran
y al caer
llenaran el suelo de vida
pues de sus muertes
se alimenta la tierra.

Es el consuelo del atrasado
saber que es inevitable su estado,
vivir recordando el pasado
y darse cierto grado de utilidad.

Que vergüenza que me doy
soy solo hoja vieja
debajo de las pieles blandas
mi cuerpo se fermentará
combinándose con las piedras.

Se pasó el tiempo
como un gran incendio
va limpiando y deja crecer
no mas hojas, piedras, cuerpos ni tierra
ahora somos ceniza.

Animadversión

Soy la desdicha hecha carne
no me bastan gatos negros ni espejos rotos
los graves gestos de la muerte
permanecen ansiosos a mis espaldas
siempre están crudos mis huesos
la sed de los sabios querubines ocasiona sus caídas
endemoniados hacia mi encuentro
se corrompen las alas y se rasgan las pieles
se vuelven estúpidos de tanto beber
es la envidia de mi estado imperecedero.
¡Soy la desdicha hecha carne!
soy el ultimo cantar de las siete trompetas
el baile de la bestia y el resucitar de los muertos
la libertad de los ilusos en mis manos se quema
la despedida del hombre es mucho menos que mi adiós.

Flores del mal*

Mira la niña como viste sus telas
de la seda mas suave, de los sueños mas dulces
se ciega con sus fantasía tan llenas de rutina
que belleza de pensamiento,
el creer que la vida es una flor.

Mira la niña como mira las hojas secas
llenas de versos, llenas de amor
de odio, de alegría, de nostalgia
que dulce su inocencia, tan lejano el rencor
cual abeja en solsticio,
ella cree que la vida es un flor.

Mira la niña de la mirada atenta y la sonrisa consoladora
con su voz, las melodías del cielo se apagan
por ella los ángeles bajan del cielo
por ella la lluvia es naranja y los amaneceres eternos
mira la niña, mírala bien
pues tu cielo ya no es celeste
y tu vida se marchitó.

Paranoia

Cuando suena la alarma
desde la luz del noticiero hasta el sonido de los baños
yo sé que me quiere matar
es que estoy maldito
es que mis respiraciones están contadas
pero le tengo miedo a la cuenta regresiva
toda mi vida es una gran desvelo
mi rostro seco y gastado
oculta los secretos de la creación
ellos vienen a buscarlo
ellos quieren arrebatarlo de mi mente
no los dejaré
es que estoy maldito
sus ecos reventaran mis tímpanos
la locura seductora me esta hablando alto
ella si me sabe esconder
tras esas plantas negras donde se esconden las ratas
o en los matorrales oxidados donde solía beber
no es muy simple
yo seré traicionado
del pensamiento juzgado, condenado
no es mi culpa nacer con un mensaje
es que estoy maldito
tras muchos años atado a las agujas del reloj
torturado cada minuto
me harán olvidar quien soy
quieren mi mente y mis ojos
yo sé porque, yo e visto las piedras comiendo diamantes
e visto lo continuo de ese animal llamado hombre
no tendrán nada, no tienen nada
yo se que me van a matar
no tengo idea de mi mismo
no es mi culpa tener que salvarlos a todos
es que estoy maldito
y con el existir empalado
como si no bastase mi sufrimiento
todos le lloran a mi sangre
volviendo agrios los ríos
le rezan a mi mente
volviendo ajeno y singular
a cada uno de los amantes de la manzana
ahora que soy eterno
mi peor pesadilla se hizo realidad
es que...soy la nada.

Almendro

Era un árbol de tronco largo
muchas ramas de verde pintadas
entre tanto verde, tanto color
y como si no bastase su firmeza
la primavera le daba fulgor.

Si el almendro fuese dueño del tiempo
permanecería perpetuo, lleno de color
sin embargo es un árbol desdichado
cual Hebaristo, este árbol creció sin amor.

Es cuestión de tiempo para que muera la ultima hoja
es cuestión de tiempo para que caiga la ultima flor
es crueldad departe de la naturaleza
pensar que las plantas no sienten dolor.

Ahora es el tiempo del descanso
es violento el otoño
efímero el dolor
un silencio alargado
deja pasar al viento lacerante
deja caer, deja caer.

Ya cayó la ultima flor del viejo almendro
como si de suicidio se tratase, se esta dejando llevar
es como si el viento la cargara tras una fila de brazos
es como si la gravedad la quisiese cargar.

Ando

Iba un hombre caminando
el caminar típico de las historias de caminos
pero este hombre no buscaba,
no se perdía, no se iba, no venia,
no descubría ni soñaba
este hombre solo sabia caminar
y ese caminar es el que le pertenece
a todas las historias de caminos.