Era un árbol de tronco largo
muchas ramas de verde pintadas
entre tanto verde, tanto color
y como si no bastase su firmeza
la primavera le daba fulgor.
Si el almendro fuese dueño del tiempo
permanecería perpetuo, lleno de color
sin embargo es un árbol desdichado
cual Hebaristo, este árbol creció sin amor.
Es cuestión de tiempo para que muera la ultima hoja
es cuestión de tiempo para que caiga la ultima flor
es crueldad departe de la naturaleza
pensar que las plantas no sienten dolor.
Ahora es el tiempo del descanso
es violento el otoño
efímero el dolor
un silencio alargado
deja pasar al viento lacerante
deja caer, deja caer.
Ya cayó la ultima flor del viejo almendro
como si de suicidio se tratase, se esta dejando llevar
es como si el viento la cargara tras una fila de brazos
es como si la gravedad la quisiese cargar.
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