Hoy conocí los pretextos del asesino,
donde pone el filo pone el sentimiento,
no se trata de sádico y mero instinto
tan solo quiere evitar el remordimiento.
Tras un velo infinito de amistades
cosas o animales, personas o deidades,
todos falsos como sus emociones
para dar libertad a oscuras pasiones.
Entre penumbras, entre soledad,
víctimas de su adicción prohibida,
salen para dar inicio a su cacería
impíos, dueños de su verdad.
Y que importa el silencio eterno,
de los desdichados sacrificados
que en la vida del verdugo han marcado,
su propio pase hacia el averno.
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