sábado, 13 de diciembre de 2008

Razones

La razón tiene un gusto agrio
especialmente cuando has callado
y permaneces espesa con la mirada indiferente
esperando respuestas, como si nunca bastase nada
y a la sombra de un árbol longevo
el viento me susurra sus lamentos
y cuando ya cayeron todas las hojas
me doy cuenta, que nunca tuve la razón.

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