Entre lo vital y lo salado,
se pierden mis ojos
y de las olas su calado
satisface mis antojos,
llenos de cerúleos
e infinitos deseos
relativos al mar
el tiempo y su caminar.
De la arena quemada,
las huellas dirigen,
el alma maltratada
que a mi vida dio origen.
Que le importa al ponto
el andar de mis anhelos,
si es lejano o es pronto
nunca pudo concederlos.
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